30 de abril de 2005

Uñita I

Tengo una uña putrefacta. Una de uno de los dedos del pie izquierdo se está muriendo. Tiene mala cara. Últimamente ni me habla ni nada. Se pasa todo el día ahí abajo. En su pie. Acurrucada. A veces la oigo llorar. Pero cuando le pregunto, me dice que no pasa nada. Que todo está bien. Pero yo sé que algo ha cambiado. Desde su accidente no ha vuelto a ser la misma. Antes era alegre y dicharachera. No he visto a nadie con más ganas de vivir. Se comía siempre el filete con más nervios.

Pero un día un puto elefante me la pisó jugando al baloncesto, con gran dolor. La dejó chafada y rota. Un gran chorro de sangre salió de mi zapatilla y salpicó a todos los que tenía delante. A través de las lágrimas no podía ver gran cosa, pero tanta sangre me asustó mucho. Y un pensamiento atroz cayó como una losa. Mi uña favorita había muerto.

El orden de los acontecimientos que pasaron a continuación no lo tengo muy claro. Fueron momentos confusos. No recuerdo si fue matar a la puta mole que me pisó lo primero que pensé o, en cambio, fue coger la catana samurai que suelo llevar a los partidos de baloncesto, camuflada como si de un inocente bastón de ciego se tratara. El caso es que cuando recuperé la consciencia, la cabeza del individuo rodaba hacia el árbitro y el gran chorro de sangre que salía de su cuello había empapado por completo al equipo contrario, que me miraban estupefactos, como si estuviera loco o algo. Escurrí la catana de una sacudida y me fui.

Cuando llegué a casa, empecé todos los preparativos para hacerle un buen entierro a mi uña querida. Cogí una pequeña palita, para enterrarla en el jardín; unas pequeñas florecillas, para adornar su tumba; y aquel calcetín al que le hizo su primer tomate y que tanto cariño le tenía. También me encargué de llamar a sus seres más cercanos, el resto de uñas del pie, para que le dieran el último adiós.

La tumba estaba preparada. El cura ya había dado su discurso. Pero cuando iba a meter la uña en el... hoyito, me pareció oír algo. Era débil, pero inconfundible... “¡eeeeerrrrgggg!”

continuará...

6 comentarios:

  1. Mmmm rico, rico.... estaba pensando en cenar hasta que he leído tu post. Lo dejo para más tarde XD

    ResponderEliminar
  2. Joder, muy bueno Iván, me iba a poner a estudiar pero he decidido echar un vistazo a vuestras "blogs" antes, y la verdad es que ha merecido la pena porque me he reído bastante, sobretodo con tu "drama de la vida real". Siento mucho lo de tu uña, pero ya conoces el dicho, "renovar o morir"...JAJAJA. La próxima vez aléjate de las moles!!!
    Un saludo, Pablo.
    Ahhh!!! Suerte para el concurso de '20 minutos'...

    ResponderEliminar
  3. Mr. anonimo, lo más asqueroso está aún por llegar :)

    Pablo, tío, que sorpresa!! A ver si te vemos más, no sólo virtualmente. Lo del "drama de la vida real" me ha gustado :) Has visto el debate en Lolo Blog?

    ResponderEliminar
  4. Anónimo6/5/05, 0:39

    Tas colgao... jajajaj! Ay que risa. Espero que no sea la uña del meñique, la mia es casi inexistente de lo pequeña que es, pero es tan mona...

    PD: No van los enlaces ;)

    ResponderEliminar
  5. Anónimo6/5/05, 0:39

    Tas colgao... jajajaj! Ay que risa. Espero que no sea la uña del meñique, la mia es casi inexistente de lo pequeña que es, pero es tan mona...

    PD: No van los enlaces ;)

    ResponderEliminar
  6. Te acompaño en el sentimiento....
    Jajaja Dejar de ver tantas peliculas sangrientas!!!! que luego mira lo que os pasa!!!! acabais haciendo post con una estraña rafaga de sangre por todos los lados!!!! jajaja
    Cris

    ResponderEliminar