15 de junio de 2005

Grabando en Caradhras II

En vista del fracaso anterior de hace un mes, había que volver a enfrentarse a la montaña. La verdad es que la idea no era nada atractiva. Tenía que volver a madrugar, había que levantarse pronto, despertarse a las 5.30... ¿he dicho que había que madrugar? A mí eso me jode especialmente, lo admito, pero una vez has superado ese mal trago y despachas tu mal humor contra el primer ser inocente que se cruza en tu camino, vuelves a ser persona y levantarse pronto ya no es problema.

A las 6.30 salimos de la Comarca (Villaviciosa). Habíamos quedado a las 7.00 en la Posada del Intercambiador de Moncloa, en Bree, con el resto de la Compañía.

Evidentemente, llegamos tarde. A esas horas pillamos atasco en el camino, que estaba lleno de carromatos. Pero dio igual, porque cuando llegamos a Bree, el resto de la compañía no había llegado aún. Seguramente habrían tenido un encontronazo con algún grupo de orcos despistados.

Aparcamos nuestra montura al lado de la Posada. Para hacer la espera un poco más agradable, uno de mis compañeros sacó de su bolsa un poco de tabaco de especies de la Comarca, conocido mundialmente por sus efectos relajantes; con tan mala suerte que nos vieron unos Jinetes Negros que pasaban por allí. No nos estaban buscando ni nada, pero nos vieron ahí aparcados y, como son Jinetes Negros, fueron a por nosotros. No es culpa suya. Es su naturaleza. Además, todo el mundo sabe que a los Jinetes Negros no les gusta nada ver a gente fumando tabaco de especies de la Comarca.

Rápidamente, los Jinetes Negros nos rodearon. Se nota que practican. Uno de ellos llevaba una corona en la cabeza. Eso es señal inequívoca de que era el líder. Además, la sombra de dentro de la capucha era mucho más negra que la del resto. Seguramente tendría mucha mala leche.

El Jinete jefe se acercó a nuestra montura. Mi compañero, el fumador, pensaba que lo habían encalomado.

- ¿Qué coño hacéis aquí aparcados? – dijo el Jinete con su voz de ultratumba.
- Nada. Estamos esperando al resto de la Compañía para ir a llevar el Anillo Único de Sauron al Monte del Destino, en Mordor – le dije. En estos casos lo mejor es ser sincero.
- Aha... Pues venga. Ya me estáis dando vuestras runas de identificación y los pergaminos del coche... eeuhh... digo... de la montura.

Y como parecía enfadado y no teníamos armas mágicas ni armaduras de mithril, le dimos todo lo que nos pidió.

- Esperad en vuestra montura, que voy a comunicarme con Sauron para verificar los datos. Pero soltad las riendas, que no quiero que os escapéis – ordenó el Jinete.

Mientras el jefe se iba, llegó otro Jinete y me dijo:

- A ver. Enséñame todo lo que lleváis en las alforjas.
Cogí la llave de las alforjas e hice lo que me ordenó.

- Y todas estas cajas extrañas...
- Pues nada, son antorchas, cuerdas, etc... Es que igual tenemos que pasar por Moria y ya se sabe que allí toda precaución es po...
- Claro, claro - me corta - Cierre las alforjas y vuelva a su sitio.

En este momento llegó el jefe.

- Muy bien. Tomad vuestras identificaciones y el pergamino. Está todo correcto – dijo – Pero me ha dicho Sauron que lo de llevar el Anillo Único al Monte del Destino no lo ve claro. Que no sabe por qué, pero algo le huele a chamusquina. De todas maneras – prosiguió - podéis continuar vuestro viaje. Pero... os estaremos vigilando – aseguró con su voz acojonante.

Y dicho esto, se fueron.

Al rato llegó el resto de la compañía. Nos saludamos con regocijo y les contamos lo que acababa de pasar. No se podían creer que los Jinetes no se hubieran dado cuenta de que teníamos tabaco de especies de la Comarca. Habría sido un buen momento para entrar en la Posada y compartir nuestras historias con unas jarras de hidromiel en la mano. Pero hacía rato que había amanecido y se nos hacía tarde. Así que partimos sin demora al Paso de Caradhras.

2 comentarios:

  1. Esto es una historia bien contada, ¡si señor! me despoyo jajajajaja (asi es como suelo despoyarme). Si ya lo dicen las leyes de la Tierra Media: el tabaco de especias de la comarca esta prohibido consumirlo en las cañadas del reino.

    y .... solo por preguntar ..... ¿En que quedo la grabación? porque a parte del encuentro con los caballeros oscuros no cuentas como fué el llevar esa dura carga al monte del destino.

    Bye^2

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  2. Bufff... eso es suerte y lo demás tontería.

    Esperando el resto de la historia.

    Besos de una maia.

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